Thursday, November 27, 2003

¡Mañana es el día! ¡A no comprar nada! Infórmense en el link que viene aquí al ladito (a la izquierda, porque nuestros corazones están del lado izquierdo, ¿o no?), el de la página soulsister. Pongan a trabajar sus ocios en algo, acumulen la güeva para mañana y ojalá no tengan ganas ni de prender la luz. ¡Vamos a perjudicarlos!
A continuación, para el deleite de unos cuantos (espero que sean más de tres), pegaré la entrevista que hice a Montefiori Cocktail, un grupazo italiano de "easy listening" (armónico en su composición, punk en su definición: la pura negación del futuro musical... Una auténtica delicia, pues. Lléguenle a sus discos, que son bien baratos. Están en Irma Records, la disquera italiana). Ahí les va, puesn!

MUSICALIZAN UN VIAJE AL PASADO

Montefiori Cocktail comparte las vivencias de sus viajes de trabajo, porque de placer no tienen: en las vacaciones sólo se dedican a descansar


Montefiori Cocktail ha viajado mucho este año. Unas 100 presentaciones por distintos países de Europa en lo que va del 2003 comprueban que se trata de la banda más exitosa del easy listening italiano, ese género musical de atmósferas nostálgicas y referencias divertidas a tiempos ya pasados que mucha gente concentra en un mismo estilo musical: el lounge.

Cien viajes en siete meses, aunque sean de trabajo, sin duda los hacen formar parte de las tribus nómadas de este planeta. Y si tomamos en cuenta que este dueto, integrado por Federico (Kikko) y Francesco (Kekko) Montefiori, lleva ya más de cinco años repartiendo su música por el mundo, es un deber que platiquen con los lectores de esta sección sobre sus hábitos de viaje.

Para empezar, Montefiori Cocktail encuentra una relación especial entre su oficio y el acto de viajar.

"Nosotros somos músicos, y desde el momento en que estamos tocando estamos viajando, pero con la mente".

Pero también son importantes en su música los viajes físicos.

"En cada viaje recolectamos mucha inspiración. Nos interesan todas las diferencias que encontremos entre nuestro lugar y el que visitemos: la gente, el arte, la comida... Buscamos la música local, nueva y vieja. En Viena, por ejemplo, encontramos un viejo acetato de Aquarius en alemán, y en Moscú conseguimos una versión de 'Palomitas de Maíz' pero al estilo ruso".

¿Cómo explicar las exóticas versiones que le han hecho al "Bolero" de Ravel o al tema de Star Trek? Los hallazgos de esas perlas musicales seguro han tenido mucha influencia, y también deben tenerla sus experiencias viajeras, como esos momentos climáticos durante las noches de parranda tras sus presentaciones.

"La experiencia más divertida durante uno de nuestros viajes fue una noche en Chipre: acabamos la juerga en una hostería tradicional bebiendo, bailando y cantando a la manera griega".

Eso es lo que hacen durante sus viajes de trabajo. Pero no es lo único. De hecho, ambos tienen maneras muy distintas de pasar el tiempo.

"A mí me gusta ir al cine, al teatro, a algún buen club underground; gastar dinero en tiendas de discos o de ropa de segunda mano, y colecciono lentes retro", dice Kikko.

"Kekko suele pasarla con su hijo. Le gustan los videojuegos y todo le interesa".

Pero en algo sí coinciden. Las impresiones que guardan de sus giras son similares. Por eso Kikko decide responder en nombre de él y de Kekko.


¿Cuál es el viaje que más recuerdan?

"El tour por Estados Unidos en 1997, porque era la primera vez que estábamos ahí. Fue una impresión muy fuerte, pero de increíbles satisfacciones. Tocamos en el último piso de una de las Torres Gemelas, en Nueva York.

"Otro que recordamos es cuando estuvimos en Moscú, en el 2000. Conocimos gente muy entusiasta y chicas increíblemente hermosas".


¿Hay algún sitio, algún país que quieran visitar pero que aún no han podido?

"Nos gustaría ir al Carnaval de Río. También nos gustaría visitar México, porque todos los que van ahí de vacaciones lo disfrutan mucho y nos dicen 'tienen que ir'. Y Japón, porque es un lugar con una forma de vida muy diferente: un moderno nuevo mundo. Y ahí debemos tener muchos fans".


¿En dónde les gustaría tocar?

"En la Arena de Verona, porque ahí nacimos. Y tal vez en Las Vegas, porque es la ciudad del entretenimiento".


¿Cuál ha sido su peor experiencia durante un viaje?

"Hace tres años regresábamos de una actuación en Nápoles (un poblado a 600 kilómetros de Forli, la ciudad donde vivimos), y a los 100 kilómetros de recorrido se nos descompuso el carro y tuvimos que esperar ahí toda la noche".


¿Suelen usar guías cuando salen de viaje?

"No usamos guías de viaje. Más bien 'usamos' a quienes nos invitan a tocar, porque siempre viajamos por cuestiones de trabajo. Tenemos poco tiempo para vacacionar, así que ese tiempo lo usamos para descansar con la familia o con los amigos".


¿Acostumbran escuchar música cuando viajan?

"Sí, durante el día escuchamos alguna buena compilación de música viejita. En las noches nos gusta escuchar música clásica, para relajarnos".

Y si alguien quedó sorprendido tras conocer el número de presentaciones que han tenido a lo largo del 2003, Kikko hace una acotación que podría pasar como una pedantería si no se tratara del comentario a la cantidad de viajes que llegan a tener en un año.

"Este año hemos tenido menos actuaciones porque estamos grabando un nuevo disco y hemos estado trabajando más en el estudio (con la remezcla, la publicidad, etcétera)".

Sin embargo no han dejado de darse sus escapadas para presentarse en distintos escenarios europeos. A finales de septiembre tocarán en dos fiestas de Milán: un desfile de modas y un festejo del festival de cine independiente que ahí se celebra. Y tendrán una presentación en el Festival de Cine de Vissingen, en Holanda. Excelente oportunidad para quienes se encuentren de visita por allá y deseen conocer este proyecto que ha llegado a describirse como ver a la nave Enterprise (¿la recuerdan? ¿la de Star Trek?), surcando un océano del déjê vu y del baile fácil.


Un acercamiento al 'feeling' italiano

Un catador experto podría descifrar el sonido de Montefiori Cocktail de la siguiente manera: dos onzas de jazz, una onza de referencias sesenteras y sonidos juguetones y una pizca de música electrónica, lo que da como resultado una mezcla llena de inquietante e irónica melancolía.

Para lograr tal exotismo, Kekko se encarga de los teclados y de la computadora. La experiencia le viene de sus trabajos como productor de música house y de sus participaciones solistas bajo el seudónimo de "Key Tronics Ensemble" en recopilaciones de la disquera boloñesa Irma Records.

Kikko toca el saxofón, la flauta y es la voz de Montefiori. Su bagaje musical está lleno de referencias jazzeras, funky, cha cha cha y rhythm and blues, y que también pueden apreciarse en su trabajo solista como "Monsieur Blumenberg".

¿Y de quién son hijos estos dos muchachos? La referencia a su padre podría no venir al caso si no se tratara del saxofonista Germano Montefiori, héroe de la escena nocturna italiana y de los cruceros (me refiero a los barcos, no a las intersecciones de calles) en los años 60, que compartiera escenario con músicos de la talla de Chet Baker.

"Raccolta No. 1", el debut discográfico de estos muchachos, vio la luz en el 97 en el subsello "La Douce" de la compañía Irma, que prácticamente tiene la exclusividad de sus grabaciones, pues tres años después apareció ahí mismo "Raccolta No. 2"; además, claro está, de sus múltiples apariciones en los samplers de la disquera.

Entre sus presentaciones más importantes está su paso por el Festival de Jazz de Montreux, Suiza, en julio de 1997, donde tuvieron como invitado especial a papá Germano. Y han tocado varias veces en Londres, en Madame JoJo, el templo del easy listening, ubicado justo en medio del Soho y donde cada vez que se presentan tienen mayor éxito.

Si usted escoge la música de Montefiori para armar el soundtrack de su próximo viaje, no se arrepentirá: buena música y mucho sentido del humor están garantizados.

Wednesday, November 26, 2003

¡Pasado mañana es el gran día! ¡El día de no comprar nada! Infórmense en el link que viene aquí al ladito (a la izquierda, porque nuestros corazones están del lado izquierdo, ¿o no?), el de la página soulsister. Pongan a trabajar sus ocios en algo, acumulen la güeva para ese día y que no tengan ganas ni de prender la luz. Y si de plano se mueren por salir a comprar algo, háganlo un día antes. ¿Cómo ven?
Ay, qué placentero es poner a la disposición de todo aquel al que le interesen los textos que he escrito en el periódico. Ojalá alguien los lea algún día.
Inventos nacidos en Suecia

La tecnología transforma el mundo en el que vivimos, pero con frecuencia las innovaciones tecnológicas viven cubiertas de un halo de misterio que impide rastrear sus orígenes.

En ocasiones incluso el nombre mismo del invento parece querer desorientar la búsqueda del creador del artefacto que hace la vida más fácil o más cómoda y remite a orígenes inexistentes.

Pero honor a quien honor merece: he aquí una muestra de objetos cuyo diseño y concreción fueron mérito de mentes suecas.


La llave inglesa es... ¡sueca!

De la invención de Johan Petter Johansson (1853-1943), la llave ingl... --llamémosle ajustable-- la llave ajustable tiene la ventaja de ser nada más y nada menos que la sustituta de muchas llaves de distinta abertura que llenan el cajón, la cajuela o la caja de herramientas. Una sola llave para todo tipo de tuercas.

En ruso sí dan crédito al origen de este invento, pues en lugar de llamarle llave inglesa o llave ajustable, la denominan "shvedik", que significa "suequito".

Cada año, cerca de 40 millones de llaves ajustables son manufacturadas alrededor del mundo usando el diseño desarrollado por Johansson.

Icono pop de padre sueco

La botella curvilínea y archiconocida de Coca-cola es sueca. Fue diseñada en 1915 por Alexander Samuelson, que había llegado a Estados Unidos en barco proveniente de... Suecia.

La compañía Coca-cola quería una botella para la bebida creada por John S. Pemberton en 1886 y que se vendía hasta ese momento en botellas ordinarias o en fuentes de sodas. Deseaban un recipiente que fuera reconocible incluso en la oscuridad.

Alexander Samuelson y sus asistentes descubrieron que ni la hoja de coca ni la nuez de cola que habían usado para bautizar a la bebida podían servir de inspiración para el diseño de la botella. Fue el cacao --una elipse con tenues surcos-- el que les inspiró en la composición del famoso recipiente.

El primer prototipo era demasiado curvado para adaptarse al proceso de manufactura. Lo hicieron un poco más delgado, y se convirtió entonces en la botella de Coca-cola.

La botella fue registrada el 16 de noviembre de 1915 en la American Patent Office a nombre de Alexander Samuelson. Se convirtió en un gran éxito y fue conocida coloquialmente en EU como la Mae West, en alusión a la estrella hollywoodense.

Suecia... ¿en mis pantalones?

Aunque durante todo el Siglo 19 ya se había inventado un gran número de cierres parecidos, el primer diseño que funcionó satisfactoriamente fue el creado en 1900 por Gideon Sundbäck (1880-1954).

La patente para el diseño moderno del zíper --dos tiras de tela con dientes metálicos y una jareta para juntar o separar los dientes-- fue otorgada en 1914 en Estados Unidos, por la época en que Sundbäck llegaba a ese país, donde abrió una fábrica de su invento.

La apariencia del zíper no ha cambiado desde los días de Sundbäck. Su único cambio ocurrió en los años setenta, cuando los dientes de metal fueron sustituidos por dientes de plástico.

Cámara de largo alcance

La compañía de Viktor Hasselblad (1906-1978) solía manufacturar cámaras para la fuerza aérea sueca, pero su propietario estaba preocupado en crear una que tuviera uso civil. Pensó entonces en una con lentes intercambiables, espacio para la película y un objetivo.

En 1948, la creación de Hasselblad hizo su debut: una cámara de un lente con sistema reflex que tomaba imágenes en formato de 6 centímetros por 6 centímetros.

Pero fue hasta 14 años después cuando captó gran atención de los medios. La Hasselblad fue la primera cámara en tomar fotografías del espacio. Y más tarde, una Hasselblad llevó registro de los primeros pasos de Neil Armstrong y Buzz Aldrin en la luna, y se convirtió entonces en una de las marcas más reconocidas en el mundo.

En otro viaje espacial, uno de los astronautas perdió su Hasselblad; la dejó girando en órbita alrededor de la Tierra sin nadie que pudiera accionar el obturador.

El tetraedro omnipresente

Compre un boing de su sabor favorito. Asegúrese de que se trata de uno de empaque triangular. Inserte el popote en el orificio destinado para ello. Ahora, mientras degusta la bebida, piense que está ayudando a rescatar una empresa refresquera nacional, pero si poco le importan las labores filantrópicas, reflexione sobre la "paternidad" del envase que tiene en sus manos. ¿Quién pudo haber sido?

La idea de almacenar bebidas como la leche y el jugo en contenedores de papel recubiertos con plástico fue presentada en 1951 por Tetra Pak. Los inventores: Erik Wallenberg (1915-1999) y Ruben Rausing (1895-1983).

Rausing obtuvo la idea de los empaques de papel cubiertos de cera usados en EU para vender leche, pero quiso hacerlo de una manera más económica y más higiénica. Y Wallenberg tuvo el destello, en 1944, de crear un empaque en forma de tetraedro.

En 1952, la industria sueca ya hacía amplio uso de esta tecnología, y a finales de los sesenta, los productos Tetra Pak comenzaron a usarse en todo el mundo.

El papá del ratón

El ratón para la computadora fue creación de Hakan Lans, uno de los inventores suecos más famosos. Lans contruyó un digitalizador, también conocido como "puntero", que consistía en un cajita con un botón conectada a una mesa de luz por un cable.

Houston Instruments manufacturó y vendió en grandes cantidades el aparato.

Los derechos de Lans sobre este invento han estado en constante disputa, debido a que otros inventores introdujeron controles similares por las mismas fechas.

Otros dos inventos muy conocidos de Lans fueron las gráficas de computadora a color y el sistema de Comunicación y Posicionamiento Global, con el que los pilotos, navegantes o conductores, pueden ver, además de su posición, la de otros aviones, naves o vehículos.

Un estímulo para el corazón

En 1958, el médico Rune Elmqvist construyó el primer marcapasos para ser implantado quirúrgicamente.

Los marcapasos ya eran usados a principios de los años cincuenta para estimular el corazón a través de electrodos en la piel, pero éstos se quemaban después de varios días de usarlos. Para resolver este problema, el doctor Ake Senning, también sueco, propuso implantar el aparato completo.

Entonces Elmqvist puso manos a la obra y diseñó en 14 días, con los primeros transistores de silicón que se importaban a Suecia, el primer marcapasos apto para implantarse.

¿Quién dio "rostro" a los monstruos marinos?

El aspecto de los monstruos marinos fue otorgado por el naturalista sueco Olaus Magnus. En su historia sobre la llegada de los pueblos nórdicos en 1555, describió, entre otras cosas, los monstruos que acechaban la costa escandinava, cerca del remolino Maelstrom, punto acuático donde se combinan corrientes que dificultan la navegación.

Magnus llevó registro de una serie de criaturas tratándolas como si fueran parte de la fauna de los mares del Atlántico Norte.

Describió, por ejemplo, al Soe Orm como una serpiente marina muy grande, de un largo superior a los 60 metros y de un diámetro de 6, que vive en las rocas y cuevas cercanas a la costa de Bergen.

Sin embargo, el gran ausente en su descripción fue el monstruo del lago Storsjön, en la comarca de Jämtland, al que muchos suecos aseguran haber visto.

En fin, toda una fauna que haría las delicias del olfato investigador de los agentes Mulder y Scully.



Este es el siguiente:

Ostenta Dublín estirpe literaria



Semillero de literatos, Dublín puede disfrutarse a través de calles, miles de páginas escritas y la obra de cuatro Premios Nobel





Irlanda fue una de las primeras naciones en practicar la escritura vernácula (transcripción del lenguaje hablado), y durante siglos, leyendas e historias mitológicas fueron escritas siguiendo la tradición de plasmar la oralidad en el papel.

Esa tradición sería heredada de generación en generación y se transformaría en toda una cultura literaria, que en un recorrido por Dublín puede respirarse en sus calles y edificios.

El renombre de Dublín por todo el mundo como una ciudad de estirpe literaria se explica con la mención de algunos escritores que han nacido en ella, vivido en sus casas o bien se han inspirado en sus calles y su gente para sus creaciones.

El primer gran escritor dublinés reconocido internacionalmente fue Jonathan Swift, autor de los "Viajes de Gulliver".

Dos siglos más tarde, en el 19, Dublín produjo un número considerable de escritores de literatura de horror, como Joseph Sheridan Le Fanu, autor de "Carmilla", historia de una mujer vampiro que combina su extraño poder de fascinación, gracia y belleza con inclinaciones lésbicas en escenarios que bien pueden reconocerse en la ciudad que vio nacer y morir a su autor.

Bram Stoker, nacido en 1847 en el número 15 de la calle Marino Crescent, en Clontarf, muy cerca de Dublín, es indudablemente el escritor irlandés de horror más famoso. Después de casarse con Florence Balcombe (¡quien también fue novia de Oscar Wilde!), se mudó a Londres, donde escribió "Drácula".

Tanto novelistas como poetas se apropiaron de la metrópoli irlandesa e hicieron de ella la materia de sus obras y llegaron incluso a convertirla en origen de cuatro Premios Nobel de Literatura.

La apertura del Teatro Abbey en 1904 a cargo de William Butler Yeats, que ganó el Nobel en 1923, y Lady Gregory, dio inicio a una nueva dimensión de la literatura irlandesa. Yeats nació en el número 5 de la Avenida Sandymunt, donde soñaba con la independencia de su País. En uno de sus poemas, "Easter 1916", se lamenta de la destrucción de Dublín en manos del Ejército británico durante la rebelión de 1916.

En el 33 de Synge Street está el primer hogar del autor de "Pigmalión", George Bernard Shaw, que ha sido restaurado y abierto al público. En esa casa, Shaw comenzó a imaginar los personajes que más tarde poblarían sus textos y le ayudarían en la obtención del Nobel de Literatura en 1925. También vivió en Torca Cottage, en Dalkey.

En 1969, a Samuel Beckett le fue otorgado el Nobel de Literatura por su contribución con nuevas formas a la novela y el teatro.

Dublín está orgullosa de sus genios de las letras y lo celebra con esculturas, monumentos o placas dispersas por toda la ciudad. Hay monumentos al poeta W.B. Yeats y Shaw; un busto de James Joyce orientado hacia el 86 de St. Stephen's Green, una parte de la Universidad Nacional, donde estudió Joyce a finales del siglo 19, o placas en diversos lugares, como la que ostenta una casa enfrente del Museo Nacional en memoria de Bram Stoker, quien ahí vivió.

Recorrer Dublín significa ir descubriendo evocaciones y recuerdos de las obras cuyos autores le tuvieron como estímulo y escenario de su vida y sus historias. Corresponde al viajero encontrarlos, rastrearlos y hacerlos suyos.





Donde nació Bernard Shaw





La placa que se encuentra en el exterior del que fuera su hogar, de estilo victoriano, es simple en la descripción de su oficio: "Autor de muchas obras". Se trata del primer lugar de residencia de la familia Shaw, al que le fue devuelto su encanto con la restauración previa a su apertura al público, en 1993. La casa guarda la esencia de la vida doméstica en el Dublín victoriano, a la vez que resguarda el recuerdo de los primeros años de uno de los ganadores del Premio Nobel de Literatura.

Horario: entre mayo y septiembre, abierto de lunes a sábados de 10:00 a 17:00 horas. Domingos y días festivos, de 14:00 a 18:00 horas. Se realizan recorridos para grupos fuera de esos horarios con previa cita al tel. 00 (353) 1872-2077.

Admisión: adultos, 6 euros; niños, 3.50 euros; boleto familiar (dos adultos y 3 o 4 niños), 16.50 euros.

Dirección: 33 Synge Street, Dublín 2, tel. 00 (353) 1475-0854; correo-e: shawhouse@dublintourism.ie; en internet: www.visitdublin.com





Casa de Oscar Wilde





Desde la era victoriana, las sátiras de Oscar Wilde condujeron a Dublín a la prominencia. El que fuera su hogar durante muchos años puede ser visitado en el 1 de Merrion Square, a donde llegó la familia Wilde cuando el pequeño Oscar tenía tan sólo un año de nacido, 23 años antes de que decidiera mudarse para hacer vida independiente.

El Colegio Americano de Dublín se hizo cargo de la casa en enero de 1994 y, tras una restauración a fondo, el primer piso y la planta baja fueron abiertos al público para visitas guiadas.

Horario: lunes, miércoles y jueves, días en los que sólo se realizan dos recorridos, a las 10:15 y a las 11:15 horas.

Admisión: 2.54 euros por persona, que son destinados al mantenimiento y la restauración de la casa, pues se tiene como proyecto reparar la piedra y los pisos de madera con técnicas tradicionales.

Dirección: 1 Merrion Square, Dublín 2, tel. 00 (353) 1662-0281; correo-e: mmonahan@amcd.ie; en internet: http://www.amcd.edu




Centro James Joyce





Cada 16 de junio, Dublín celebra el nacimiento del que quizá sea su hijo más famoso: James Joyce, nacido en el 41 de Brighton Square. Varias actividades se efectúan durante el "Bloomsday", nombrado así por Leopold Bloom, personaje de su obra maestra, "Ulises".

El Centro James Joyce está dedicado a promover la comprensión de la vida y obra de este dublinés famoso. Los miembros de la familia de Joyce contribuyen en la conducción de este lugar y ofrecen una cálida bienvenida y una atmósfera amigable a los visitantes. La biblioteca del lugar resguarda una enorme colección de las obras de Joyce y libros sobre Dublín.

El Centro James Joyce organiza paseos guiados por el Dublín joyceano, en los que se visitan lugares importantes de los libros y de la vida personal de Joyce.

Horario: lunes a sábados, de 9:30 a 17:00 horas; domingos y días festivos, 12:00 a 17:00 horas.

Admisión: recorrido por la casa, 4.50 euros por adulto; familias, 12.50 euros; niños menores de 12 años no pagan. Caminata guiada, 9 euros por adulto; familias, 20 euros; niños menores de 12 años no pagan.

Dirección: 35 North Great George's Street, Dublín 1, tel. 00 (353) 1878-8547; correo-e: joycecen@iol.ie; en internet: www.jamesjoyce.ie




Museo James Joyce





En una de las Torres Martello, esas pequeñas construcciones circulares construidas para frenar hipotéticas invasiones napoleónicas, hay un museo dedicado a la vida y obra del creador de "Ulises", quien convirtió la torre en el escenario del primer capítulo de su obra maestra. La plataforma de la torre con su vista panorámica y la sala en su interior son tal y como las describe Joyce en su novela. La colección del museo incluye cartas, fotografías, ediciones raras, objetos personales y artículos relacionados con el Dublín del "Ulises".

Horarios: entre abril y octubre, de lunes a sábados de 10:00 a 13:00 y de 14:00 a 17 horas. Domingos y días festivos, de 14:00 a 18:00 horas. Entre noviembre y marzo, la entrada puede realizarse con previo arreglo al tel. 00 (353) 1280-9265 y 1872-2077.

Admisión: adultos, 6 euros; niños, 3.50 euros; boleto familiar (2 adultos y de 3 a 4 niños), 16.50 euros.

Dirección: Joyce Tower, Sandycove, County Dublin, tel. 00 (353) 1280-9265; correo-e: joycetower@dublintourism.ie; en internet: www.visitdublin.com





Museo de los Escritores de Dublín





En 1991, el Museo de Escritores de Dublín abrió sus puertas para albergar y celebrar al mismo tiempo la historia del Dublín literario. Situada en una mansión del siglo 18, la colección reúne fragmentos de la vida y obra de las celebridades literarias de 300 años atrás a la fecha. Jonathan Swift, Sheridan Le Fanu, George Bernard Shaw, Oscar Wilde, James Joyce y Samuel Beckett están entre los escritores a los que se les rinde homenaje.

Horario: de lunes a sábado de 10:00 a 17:00 horas, y domingos y días festivos, de 11:00 a 17:00 horas. Durante junio, julio y agosto, el horario se abre de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas.

Admisión: adultos, 6 euros; niños, 3.50 euros; boleto familiar (para 2 adultos y 3 o 4 niños), 16.50 euros.

Dirección: 18 Parnell Square North, Dublín 1, tel. 00 (353) 1872-2077; correo-e: writers@dublintourism.ie; en internet: www.writersmuseum.com

Tuesday, November 25, 2003

Aquí­ va el primero:

La bitácora de un cronista

Un conjunto de pequeñas crónicas inspiradas en los recorridos que ha realizado a lo largo de una vida de nomadismo ofrece Paco Ignacio Taibo I en Ocurrencias. Notas de viajes.

Se trata de textos breves que lo mismo abordan las sensaciones vividas en un museo dedicado a Vincent van Gogh, en Amsterdam, que la manera como suele pedirse un café en el puerto de Veracruz.

En unas cuantas lí­neas se concentra toda una vida sometida a los designios del pie y al imán de los amigos. Taibo se autodenomina "pata de perro", y lo confirma en sus notas de viajes, en las que logra concentrar, para beneficio del lector, lo visto y escuchado.

Ocurrencias... reúne textos escritos a partir de sensaciones, recuerdos, nostalgias, ideas y otros flujos de la imaginación que han sido alimentados de las más diversas formas: con lecturas, con películas, con amistades...

En las páginas de Ocurrencias... se hace patente que la gente viaja para después recordar, para escribir, para contar, labores para las que algunos se auxilian de recuerdos, otros de fotografías, y unos más, quizá los menos, de pequeñas notas tomadas al vuelo.

Los pensamientos de quien por más de doce años fue editor de la sección cultural del periódico El Universal se construyen de anécdotas y datos curiosos sobre lugares y personajes.

Alfonso Reyes, Honorato de Balzac y Luis Buñuel aparecen en las meditaciones de Taibo I sobre el calor de Monterrey, la mansión Vauquer de la calle Nueva Santa Genoveva de Parí­s o los tambores de Calanda, en lí­neas que recrean momentos, atmósferas o personalidades.

Taibo advierte que Singapur es como Nueva York, pero más gringa. "Las torres son más altas, los turistas más visibles, los comercios más estilo Quinta Avenida".

En su visita a la isla desatiende advertencias del guí­a sobre las falsificaciones; decide ir entonces en busca de "la belleza de la falsificación" y termina comprando, para sorpresa del guí­a y de sí­ mismo, un elefantito de madera de una dinastí­a ya olvidada.

Páginas adelante, este español nacionalizado mexicano escribe aforismos sobre el arroz y el chop suey inspirados en el Barrio Chino de San Francisco en los que se percibe el humor y el paladar de un gourmet. "Lo agridulce no es un sabor, es una filosofí­a", dice una de sus sentencias.

Y así­ prosigue el recorrido, que da como resultado la bitá¡cora de un viajero que, lejos de haber sido domesticado por tours y recorridos establecidos por sensibilidades muy ajenas a las suyas, se hace de una cartografí­a personal que igual pasa por Bruselas que por los Mares del Sur.

"Taibo viaja, conversa y nos incluye a todos cuantos lo leemos en sus nomadismos, insaciables recorridos por toda clase de regiones terráqueas", resume en el prólogo el poeta David Huerta.

Vale la pena echar un vistazo a Ocurrencias..., ya si el lector busca recreación, ya si quiere recomendaciones que apelen al gozo, como esa de que la mejor manera de conocer Rí­o de Janeiro es acudir a uno de sus cabarets, o sugerencias gastronómicas, como la de trazar una ruta en Nueva Orleans a partir de sus sandwiches de carne y otros platos tí­picos.



Ocurrencias. Notas de viaje, de Paco Ignacio Taibo I. Dirección General de Publicaciones de Conaculta, Colección Periodismo Cultural, México, 2000; 149 págs.
Como todos saben, el periódico en el que trabajo ha decidido cobrar por entrar a su sitio web. Para manifestar mi descontento, aprovecharé este blog para publicar en él las notas que yo he escrito... A ver si a alguien le interesan.
En todos los trabajos hay ratos muertos... En caso de que no sea así, el asesino que llevamos dentro se encargará de matarlos... Para nuestro regocijo y el beneplácito de los lectores de blogs... De blogs inútiles.