Friday, January 16, 2004

En esta ocasión cedámosle a la música la oportunidad de hacernos viajar. ¿A dónde? De Cuba al Congo y de regreso tendiendo como transporte las trece canciones de un disco compacto de la disquera Putumayo.


PUENTES ENTRE LA SALSA Y EL SON
El ritmo del son cubano y el alma de la salsa se entrelazan en Congo to Cuba, recopilación editada por una disquera que tendrá frecuentes apariciones en esta oreja viajera gracias a su extenso e interesante catálogo de música del mundo: Putumayo.

En este caso se trata de una auténtica celebración de los lazos entre la música africana y la cubana, dos culturas que comparten profundos vínculos, quizá obligados por la historia, que han sabido aprovechar en beneficio de su expresiones artísticas. En ese sentido, el disco que ahora comentamos se reconoce como un homenaje a ese añejo vínculo afrocubano.

Al parecer, esta recopilación fue "inspirada" por el éxito comercial de dos que le precedieron: Afro-Latino y Mali to Memphis, lo que llevó a la gente de Putumayo a zambullirse en los archivos y descubrir algunas gemas de la música afroantillana, de las cuales seleccionaron sólo 11.

Entre los tracks incluidos hay grabaciones que gozaran de amplia popularidad en África hace dos o tres décadas al lado de creaciones de artistas africanos cuyo sonido es un constante tributo al son cubano.

Esta breve odisea rítmica es una auténtica muestra de cómo la música cubana ha sabido crear fuertes lazos con toda la costa oeste de África, en países como Benin, República Democrática del Congo, Mali, Guinea o Senegal.

Aunque el disco completo será del disfrute de cualquier melómano, recomendamos dos canciones: "Yiri Yiri Boum", una pieza grabada originalmente en los años cincuenta por Beny Moré, quizá el cantante y director de orquesta más querido de Cuba, y ahora interpretada por Gnonnas Pedro, una figura legendaria de la música salsera africana. Desde los primeros acordes, uno no puede sino obedecer el mandato del corazón y de los pies para moverse al compás de este tema que sufrió ligeras modificaciones respecto a la original, como la sustitución de los metales por una guitarra y un bajo tan gozaderos como la mulata de la que habla la letra.

La otra canción recomendada es "Val' Carretero", grabada por Chico Álvarez en los años ochenta. Cuenta con la participación de Alfredo Valdés en el piano y Chocolate Armenteros en la trompeta (la recopilación incluye también una canción de cada uno de ellos) y nos seduce con el típico estilo de conjunto sonero: suave, sutil, pero con mucho sabor. Y la letra ejemplifica el sentimiento que podría ser una de las afinidades de la música africana con la cubana: la alegría y el goce a pesar de los rigores del destino. Un campesino cosechador de caña de azúcar anda con su carreta por los montes de Cuba a cambio de unas pocas monedas. No obstante canta y admira con orgullo la belleza de su tierra.

Ah, y por favor, déjense hechizar por la voz de Tshala Muana, la estrella del Congo que incluso ha sido prohibida en Uganda y Zambia por su provocativa sensualidad.

Este disco es obligado para los que disfrutan de los ritmos latinos bailables. Si de pronto se ve anclado al botón de play para repetir una y otra vez cada canción antes de pasar a la siguiente, no se asuste: usted ha sido contagiado por la pasión y el alma de la música afroantillana. Pero al cabo de los 11 tracks usted quizá tenga una queja, la misma que tuvo esta oreja viajera: ¿por qué suelen ser tan cortas las recopilaciones de Putumayo?

Congo to Cuba, Putumayo World Music. 170 pesos en la sección de Putumayo de cualquier Mix Up.

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